Nada más infructuoso que intentar cambiar a alguien.
Era ella
El la invitó a salir.
Ella acudió sin prisa.
Él anhelaba afanes
que ella desconocía.
“Es que eres muy rígida”.
Ella que era puro corazón,
hecho de concreto armado,
su acotación no entendía.
Su padre fue duro acero.
Su madre, solo algodón.
Con espigas y diamantes
se construyó su coraza.
Pudo parecer muy fría,
dura, rígida y extraña.
Era ella si más mañas
Era ella, solo ella.
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